Reducir el consumo de azúcar blanco

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Hoy vamos a querernos un poquito más y a cuidar nuestro cuerpo como se merece. Hoy vamos a introducir una pequeña pero saludable práctica: reducir la ingesta de azúcar blanco ¿Te apuntas?

Hace unos días, en facebook, hablé sobre la frase de Hipócrates "Primum non nocere" que quiere decir que lo primero es no dañar. Este principio me parece de lo más lógico y razonable sin embargo no siempre nos cuidamos como deberíamos y poco a poco el cuerpo se va perjudicando, propiciando que las enfermedades aparezcan.

Es bueno equiparar nuestro cuerpo con nuestro templo particular al cual debemos proteger y cuidar para que esté en buenas condiciones y nos sintamos bien y a gusto en él. Y para ello es fundamental llevar una vida armónica, alimentarse sanamente y practicar ejercicio. Puedes consultar un pequeño listado con consejos para llevar una vida más sana aquí. Y es que, como el padre de la medicina occidental ya nos advertía, si tenemos una vida y un cuerpo sano es más difícil que éste enferme.

Sin embargo, a veces, no somos conscientes de cuánto nos autoperjudicamos consumiendo "alimentos" que se suponen que no son (muy) dañinos y que supuestamente son necesarios y nos nutren y alimentan aportándonos todo lo que el cuerpo necesita. Son alimentos que están tan anclados en la vida diaria de las personas que cuesta creer que sean dañinos, pero lo son. Seguro que ya tienes alguna idea rondando por la cabeza... Productos básicos, que se encuentran en las alacenas de cualquier casa y que se consumen a diario en cantidades elevadas...

Hoy, anticipándonos a la enfermedad, vamos a ver cómo podemos no dañar nuestro cuerpo con una práctica concreta: reduciendo el consumo de azúcar blanco o refinado.

¿Pero por qué el azúcar blanco es dañino?

Es cierto que los azúcares son necesarios para el correcto desarrollo del cuerpo, pero el azúcar que necesitamos es el natural, el presente en la naturaleza, el de los alimentos naturales como frutas, verduras, legumbres, granos... Todo azúcar artificial es dañido para nuestra salud ya que se trata de un químico que el cuerpo no reconoce y que no lo asimila correctamente. El azúcar blanco es un azúcar artificial que se obtiene de la remolacha o la caña mediante un proceso químico.

Como decía, el azúcar que el cuerpo necesita es el presente en los alimentos naturales y no necesitaríamos añadir endulzantes o azúcar extra para gozar de buena salud. Sin embargo, a todos nos gusta endulzar nuestro paladar de vez en cuando por ello, en esta otra entrada, te presento varios endulzantes naturales que podemos utilizar para dar un toque dulce a nuestros platos de forma saludable. Pero antes de ver los sustitutos del azúcar, vamos a ver cuáles son los efectos negativos que éste tiene sobre el organismo ¿Estás listo?

El azúcar blanco es un azúcar artificial que se obtiene de la remolacha o la caña mediante un proceso químico. Está compuesto por sacarosa y desprovisto totalmente de vitaminas,minerales y fibra que son los que ayudan a metabolizar este carbohidrato. Por esta razón, su consumo tiene numerosos efectos secundarios que quizá no son perceptibles a corto plazo (salvo engordar) pero a medio y largo plazo sí lo son y son bastante serios.

A corto plazo, o sea, en cuanto ingerimos azúcar blanco y comienza el proceso de digestión, pasa muy rápidamente por el estómago ya que no tiene ningún nutriente que aprovechar, solamente la sacarosa, lo que produce una subida rápida de glucosa en la sangre (o sea que el azúcar pasa a la sangre muy rápidamente lo que se transforma en una sangre muy azucarada). Y aquí entra en juego una hormona importantísima para el procesamiento y el almacenamiento del azúcar, la insulina, que producida en altas dosis produce inflamación y se ocupa de transformar el azúcar sobrante en grasa lo que contribuye a la acumulación de ésta en el cuerpo.

Como consecuencia de este proceso aparecen enfermedades como la obesidad, la diabetes o problemas cardíacos por la acumulación de grasa.

Ademas el azúcar de mesa, nos desmineraliza, nos roba minerales (como el calcio) y vitaminas del grupo B. Esto se explica por que para poder ser bien metabolizado, necesita estos nutrientes, que curiosamente se encuentran en el alimento del cual procede el azúcar (remolacha o caña). Como el organismo no encuentra esos nutrientes en el alimento, los obtiene de los tejidos del propio cuerpo. De ahí que el azúcar produzca caries (que es una desmineralización dental), osteoporosis y debilitamiento óseo, artritis, artrosis...

Además un alto consumo de azúcar baja nuestras defensas favoreciendo la infección por hongos, bacterias, virus... Lo que produce una infección y una inflamación crónica que puede desembocar en cáncer, enfermedades coronarias, párkinson...

Este listado de enfermedades producidas por el mismo producto nos muestra cómo de intensa es la alarma que se emite ante el consumo de azúcar refinado. Creo que es muy importante que todos tomemos consciencia de los perjuicios del azúcar y limitar su consumo (en este otro post podemos ver en qué productos encontramos azúcar refinado). Nosotros decidimos sobre nuestra salud.