Receta: Sopa de cebolla. Beneficios.

CELIACOS - VEGETARIANOS - opción VEGANOS

La sopa de cebolla es uno de esos platos que cuando lo pruebas te arrepientes de no haberlo hecho antes. Es una delicia.

La sopa de cebolla es ideal para el invierno y para los resfriados.

La idea de esta preparación es aprovechar todas las bondades de sus ingredientes, en especial, de la cebolla, del ajo, del jengibre y de la cúrcuma. Estos ingredientes son muy depurativos y combinados con el caldo vegetal, se convierte en una receta ideal para combatir y aliviar los síntomas de gripes y resfriados.
El ajo, la cebolla, el jengibre y la cúrcuma son considerados antibióticos naturales que impiden o paran el crecimiento de los microorganismos que enferman el cuerpo.
  • El ajo es un potente antivirial y antibacteriano, además es antiinflamatorio y tiene propiedades esperoctantes.
  • La cebolla también tiene beneficios antiinflamatorios y antibacterianos. Es muy desintoxicante y depurativa. Además ayuda a la digestión.
  • El jengibre por su parte es un poderosísimo antibiótico, es expectorante, antiinflamatorio, antiespasmódico, antiséptico y antioxidante. Es una planta medicinal depurativa y calentadora.
  • La cúrcuma es un excelente antiviral y antibiótico. Ayuda a reducir la inflamación interna.
Si quieres saber cómo se prepara esta maravillosa receta, mira más abajo.




Para 4 personas:

Para la sopa:
  • 2 cebollas grandes
  • 2 ajos
  • 2 zanahorias grandes
  • aceite de oliva virgen (solo para cubrir finamente la base de la olla)
  • 1,5 litros de caldo de verduras ò 1,5 litros de agua + 1 pastilla de sopa vegetal
  • una cucharada de tomate frito
  • un trocito de jengibre rallado o en polvo
  • una cucharadita de cúrcuma.
  • 2 hojas de laurel
  • sal, pimienta.
Para la presentación:
  • Pan en rebanas.
  • Queso para fundir. Opcional. (Es importante no abusar de los lácteos o incluso eliminarlos completamente cuando se está resfriado ya que producen mucosidad).
  1. Cortar las cebollas, las zanahorias y el ajo en láminas.
  2. Cubrir la base de la olla de aceite de oliva y poner a calentar.
  3. A fuego medio, añadir la cebolla y la zanahoria. Pocharlas hasta que la cebolla cambie de color sin quemarse ni tostarse. Cuando esté a punto, añadir el ajo.
  4. Añadir el caldo.
  5. Salpimentar, añadir el jengibre, la cúrcuma, las 2 hojitas de laurel y el tomate frito.
  6. Llevar a ebullición. Para ahorrar energía y tiempo, poner la tapa de la olla.
  7. Dejar cocinar a fuego medio durante 30 minutos aproximadamente. 
  8. En el momento de servir, poner en el plato unas rebanaditas de pan tostado cubiertas de queso para fundir.
  9. Ya podemos añadir la sopa encima del pan para que el calor funda el queso.
          ¡Y A DISFRUTAR!

Para contar con una sopa mucho más depurativa y ligera, tomar SOLAMENTE el caldo realizado, sin pan ni queso. Igualmente está deliciosa y así no se sobrecarga al cuerpo con una digestión pesada y puede dedicar su energía para sanarse.

¡Espero que lo disfrutéis!

QUIÉRETE Y CUÍDATE. TU CUERPO ES TU TEMPLO.

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Laura.

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