SIN GLUTEN - VEGETARIANO - VEGANO
Desayunar porridge sin gluten ha sido (y es) un básico de mis desayunos este invierno.
El porridge es un alimento típico escocés realizado con avena. Es una especie de papilla o gachas realizada con copos de avena y agua o leche a la que se le pueden añadir una gran variedad de extras para enriquecer aún más este delicioso plato.
La avena es alta en carbohidratos complejos por lo que se asimila lentamente saciando y aportando energía duradera. Es rica en aminoácidos (proteína), vitaminas del grupo B y E y minerales como el calcio, hierro, potasio, magnesio y zinc.
Todo ello hace que la avena sea un alimento apto para diabéticos (los carbohidratos completos regulan el azúcar en sangre) y tenga propiedades sedantes y reconfortantes sobre el sistema nervioso. Además ayuda a controlar el colesterol gracias a la fibra y al poco contenido en grasa. Regula el tránsito intestinal y refuerza la salud de la flora intestinal.
Con estas propiedades nutricionales y todos los beneficios que nos aporta, la avena se convierte en un gran aliado del desayuno y de nuestro organismo.
Hay varias formas de preparar el porridge de avena, cada una tiene su encanto. Eres tu quien decide.
A continuación te presento tres opciones.
Para todas hay que partir de la base que la ración por persona es aproximadamente de 30-40gr lo que equivale a 3 o 4 cucharadas soperas. A la que se le añade un vaso o 250ml de líquido aunque esta cantidad puede variar dependiendo de la textura final que desees obtener.
- Los líquidos pueden ser leche, bebida de arroz, almendra, soja, avena, coco... o simplemente agua.
- Se pueden endulzar con una cucharadita de miel, sirope de agave, de arce, estevia...
- A esto se le añaden condimentos como canela, cacao, maca, vainilla, coco...
- Y finalmente se le añaden los extras o toppings que pueden ser fruta picada, pepitas de chocolate, nibs de cacao, frutos secos, frutas secas, coco rallado, crema de cacahuete, yogur...
1. Cocción a fuego lento.
Esta técnica es la tradicional, la que más amor trasmite.
Para realizar las gachas (o porridge) hay que poner a fuego medio un cazo con el líquido. Cuando empiece a hervir, añadir los copos de avena sin gluten y bajar el fuego a medio-bajo. Remover de vez en cuando. Cuando esté empezando a espesar, añadir los condimentos y el endulzante. Según la textura que se desee, cocer durante más o menos tiempo y añadir más o menos líquido.
Verter en un bol y decorar con los ingredientes elegidos.
2. Microondas.
Esta es la opción más rápida, para los desayunos exprés del día a día.
Tan sólo hay que poner la avena sin gluten en un bol apto para microondas, añadir el líquido deseado (suele necesitar menos, unos 150 o 200ml) y calentar durante 1 minuto 30 al microondas. Remover y ajustar de liquido. A veces, dependiendo de la avena, necesita unos segundos más al micro. Observar.
Al sacarlo, remover y añadir los ingredientes deseados (condimentos, endulzantes y toppings).
Es recomendable tomar caliente.
3. Remojo nocturno (overnight oats).
En este caso hay que preparar la mezcla la noche antes de su consumo.
En un bol o tupper, poner la avena sin gluten y añadir el líquido, remover bien y llevar al frigorífico durante toda la noche. Le puedes poner los condimentos para que se potencien los sabores durante las horas de reposo (canela, vainilla, miel...).
Por la mañana, sacar las gachas de la nevera, remover y completar con los ingredientes deseados.
Las puedes tomar frías o calientes.
Hoy en día es fácil encontrar copos de avena sin gluten pero si no los encuentras, también puedes realizar unas ricas gachas con otros cereales nutritivos como el arroz integral, el trigo sarraceno, la quinoa, el mijo... Todos estos, al no ser copos, deben cocinarse en cacerola.
También puedes utilizar copos de otros cereales: quinoa, sarraceno... Aunque son más difíciles de encontrar.
Y a ti ¿cómo te gusta preparar las gachas?
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Laura.